Los hijos de este país deben dejar a un lado la norma de resolver los problemas apuntándose con las armas unos a otros, expresó en una declaración pública el representante gubernamental.
En otra parte de su intervención, Barre lamentó los indiscriminados ataques contra diversos objetivos en Las Anod, situada entre Puntlandia y Somalilandia, por unidades militares de ese último territorio semiautónomo.
Los choques armados en la demarcación comenzaron a principios de febrero pasado con intercambios de disparos entre fuerzas de la autoproclamada administración de Samalilandia y una milicia leal a las regiones de Sool, Sanaag y Cayn, precisaron medios de prensa locales.
Según datos de Naciones Unidas, como consecuencia de los enfrentamientos armados en Las Anod, además de un elevado número de muertos y heridos, unas 185 mil civiles, muchos de ellos mujeres y niños, resultaron desplazados.
Al calor de tales violentos incidentes, líderes tradicionales comunitarios de Las Anod recientemente suscribieron un documento en el que respaldan la unidad e integridad de la República Federal de Somalia.
En ese contexto, los ancianos del clan local Dhulbahante refrendaron además que las áreas de Sool, Sanaag y Cayn, deben permanecer bajo la jurisdicción de las autoridades federales.
Somalia se considera un país dividido, sin un Gobierno central efectivo y dominada por clanes y señores de la guerra desde 1991, año en que milicias aliadas derrocaron al entonces presidente Mohamed Siad Barre, quien contaba con el apoyo del Ejército.
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