La visita, que se inició en Bagdad, permitirá a Azoulay reunirse con el presidente del país, Abdel Latif Rachid, y con el primer ministro, Mohamed Chia al-Soudani, con quienes tratará de recabar ayuda para programas culturales y educativos.
“Es una visita dedicada a la reconstrucción de Iraq y a la inversión de la Unesco” en diferentes programas, declaró el portavoz de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Además, Azoulay visitará el Museo Nacional y recorrerá el centro histórico de Bagdad, incluida la calle al-Mutanabi, famosa por sus librerías, con “la idea de ver cómo la Unesco podría contribuir a valorizarlo y permitir que esta vida cultural siga desarrollándose en Iraq”, añadió el portavoz.
También durante la jornada de hoy está previsto un acto de homenaje al personal que trabaja en la restitución de antigüedades desde 2003, fecha en que dio comienzo la guerra y posterior invasión de Estados Unidos contra el país árabe, “en 20 años, han realizado un enorme trabajo de recuperación para encontrar las obras iraquíes dispersas”, señaló la citada fuente.
Para mañana martes, está prevista una visita de la directora de la Unesco a Mosul, en el norte del país, donde se lleva a cabo la reconstrucción de varios lugares de alto valor destruidos en las batallas dirigidas contra el Estado Islámico (EI), antes de ser expulsado de la ciudad en 2017.
Un día después Azoulay se desplazará hasta Erbil, capital de la región autónoma del Kurdistán, cuya ciudadela es uno de los seis sitios del país declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Irak, cuna de las civilizaciones sumeria, acadia, babilónica y asiria y a las que la humanidad debe la escritura y las primeras ciudades, ha sufrido el saqueo y tráfico de sus antigüedades tras la invasión estadounidense, que abrió una de las páginas más sangrientas de la historia iraquí, y posteriormente con la llegada de los yihadistas del EI en 2003.
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