A propuesta del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y del Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba (Biocubafarma), 49 profesionales de destacada trayectoria y resultados significativos en varias disciplinas recibieron la distinción símbolo de la ciencia cubana.
La Orden Carlos J. Finlay, la más alta que otorga el Estado cubano en el ámbito de la ciencia, correspondiente a 2022, reconoció a hombres y mujeres de pura ciencia, y también a quienes ratifican que científicos y economistas, en los momentos actuales andan por caminos comunes.
Junto a los condecorados cubanos estuvieron cuatro personalidades extranjeras, entre ellos Jaime Estay profesor investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Puebla, México.
Coordinador de la Red de Estudios de la Economía Mundial e integrante de tres Grupos de Trabajo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso): Crisis y economía mundial; Integración y unidad latinoamericana; y Geopolítica, integración regional y sistema mundial.
Su vasta experiencia y amplios conocimientos como especialista en economía internacional, con énfasis en las relaciones externas de América Latina y los procesos de integración regional, Estay también mereció la Orden Carlos J. Finlay al ratificar con su obra el estrecho vínculo entre ciencia y economía.
El destacado economista mantiene por más de dos décadas estrechos nexos académicos e intelectuales con Cuba, lo que le valió ser nombrado miembro de la Academia de Ciencias en agosto de 2022 y el 16 de febrero de este año recibir la más alta distinción de la ciencia en la isla.
En entrevista con Prensa Latina, Estay expresó que en estos años de trabajo con investigadores cubanos han coincidido en temas en los cuales está especializado: economía internacional y relaciones internacionales de América Latina.
Recordó que en los años de la década de los 80 del pasado siglo fueron muchos los estudios conjuntos sobre la deuda externa de la región, el Área de Libre Comercio de las Américas, los problemas de la globalización y la integración latinoamericana y caribeña.
Estay destacó que coincidir en esos temas le ha permitido establecer fuertes vínculos con el Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, el Centro de Investigaciones de Economía Internacional de la Universidad de La Habana y el Centro de Investigaciones de Política Internacional.
Reiteró que “más allá de converger en ideas y propuestas hemos identificado y desarrollado posiciones comunes”.
Y agregó, “las reflexiones generadas con la academia cubana me ayudaron a configurar mi propia postura crítica sobre los temas de economía en los cuales investigo, a la par que he contribuido a generar visiones sobre temas referidos al contexto económico latinoamericano y global.
Son vínculos de mucho tiempo y muy estrechos con una suerte de coincidencia básica que no es casual, que va más allá de ideas y criterios comunes, al expresarse en posiciones críticas, pues se trata de una relación muy fuerte entre investigadores, significó.
Al referirse a la Orden Carlos J Finlay subrayó que es muy honrosa para él, con lo cual siente una gran carga de responsabilidad.
“Es un compromiso hacia el futuro, una suerte de síntesis de los vínculos con la academia cubana, en aras de encontrar posibles soluciones en los ámbitos de la economía internacional y los muchos problemas de los países latinoamericanos”, ponderó el profesor de la Universidad de Puebla.
“Me siento reconocido, orgulloso y comprometido”, confesó.
Estay al igual que el resto de los condecorados con la Orden Carlos J. Finlay ratifican las palabras de la ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Alba Rosa Pérez en la ceremonia de entrega de la distinción.
“La actividad científica demanda dedicación, tiempo, trabajo arduo y riguroso, y ustedes han demostrado que la perseverancia y la pasión por la investigación pueden producir resultados notables”.
mem/crc