Este jueves la aparición de dos nuevos focos avivaron los temores de que las llamas puedan extenderse nuevamente, luego de que tras casi dos semanas se combatiera con medios mecanizados y aéreos el incendio que afectó a la zona conocida como Pinares de Mayarí.
Esos intrincados parajes se caracterizan por su valiosa población de coníferas y una importante fauna y vegetación autóctonas, sobre las cuales las autoridades aun no han podido cuantificar completamente los daños.
Las autoridades de la provincia insisten en priorizar las acciones para adelantarse a las llamas para lo cual se ejecutaron unos 320 kilómetros de trochas y se instalaron en las últimas horas dos puestos de mando con el objetivo de seguir de cerca las labores de control de los focos surgidos más recientemente.
Según reportes de la Televisión cubana, la Defensa Civil en la provincia de Holguín indicó que las afectaciones abarcan unas seis mil hectáreas, aunque no se reportaron hasta la fecha víctimas humanas ni afectadas las comunidades de la zona.
Asimismo, especialistas del Ministerio de Ciencia,Tecnología y Medio Ambiente realizan estudios para determinar el impacto ambiental del siniestro y las proporciones para la recuperación gradual de la flora y la fauna.
La intensa sequía que afecta a Cuba y las temperaturas muy elevadas para la temporada han sido factores que beneficiaron el surgimiento de este y otros incendios que afectaron áreas forestales de la isla en las últimas semanas.
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