Para el expresidente de la Sociedad Panameña de Infectología Pediátrica, Javier Nieto, es importante que la política no haga olvidar que en 2020 inició la crisis sanitaria más difícil desde la constitución como República.
Nieto, quien fue asesor de la entonces ministra de Salud, Rosario Turner, subrayó al diario La Prensa que como país se requieren transformaciones profundas que permitan estar preparados para retos futuros.
La dolencia, cuyo causante es el virus SARS-CoV-2, se mantiene como una emergencia global, anunciada el pasado 30 de enero por la Organización Mundial de la Salud, después de que un importante comité asesor concluyera que la pandemia podría estar cerca de un “punto de inflexión”, en el que un nivel más alto de inmunidad puede reducir las muertes asociadas al virus
La pregunta que varias personas se realizan es cuándo terminará la pandemia, a lo que el director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jarbas Barbosa, respondiera la víspera que los países deben reforzar la vigilancia genómica y subsanar las deficiencias en cobertura de vacunación para terminar con la emergencia.
“La Covid-19 puso de relieve que ningún país u organización del mundo estaba perfectamente preparada para el impacto de esta pandemia”, afirmó Barbosa quien precisó que esto incluye a las Américas, una región marcada por las inequidades.
En Panamá el primer caso fue anunciado por las autoridades el 9 de marzo, asociado a una mujer de 40 años de edad que el día antes había ingresado al país, por el Aeropuerto Internacional de Tocumen, procedente de España, rememoran los informativos.
Luego se supo que ella no era el primer caso de contagio. Al día siguiente (10 de marzo), el Ministerio de Salud (Minsa) comunicó que había una víctima fatal por la Covid-19, el director del Colegio Monseñor Francisco Beckmann, en Panamá norte, un hombre de 64 años de edad que padecía diabetes y neumonía.
Según la OPS, la muerte del director del centro educativo ocurrió el mismo día que ingresó la pasajera enferma que vino de España. Después quedó constancia de que esa fue la primera muerte en la región de Centroamérica.
Luego de tres años, los informes del Departamento de Epidemiología del Minsa indican que hasta el pasado 4 de marzo se habían registrado en el país un millón 31 mil 731 casos confirmados y ocho mil 609 muertes por la enfermedad.
Durante la última semana epidemiológica del 26 de febrero al 4 de marzo de 2023, se contabilizaron en el país 458 nuevos contagios, cinco fallecidos y una positividad del 2,8 por ciento.
La pandemia tendrá consigo una serie de cambios en la vida diaria de las personas, ya que se adoptaron medidas como confinamientos y estrategias de distanciamiento social, se impuso el uso obligatorio de la mascarilla y se seguramente el cierre de casi todas las actividades económicas, comerciales y recreativas, incluidos los aeropuertos.
El empleo de vacunas y tratamientos de eficacia probada para el manejo de la enfermedad respiratoria también sobresalieron en estos años.
En Panamá, del 21 de enero de 2021 al 5 de marzo último se han aplicado ocho millones 879 mil 799 dosis contra la covid-19, incluyendo la bivalente, según datos del Programa Ampliado de Inmunización.
La Sociedad Panameña de Infectología Pediátrica detalló que ante la circulación del virus SARS-CoV-2 altamente letal, los confinamientos alcanzaron a evitar contagios, mientras se logró obtener vacunas y tratamientos eficaces.
Desde diciembre de 2020 y durante ocho meses, unos 230 colaboradores cubanos integrantes de la Brigada Médica Internacional Henry Reeve también brindaron su apoyo y conocimientos con el fin de reforzar el combate a la pandemia, junto a los profesionales panameños de la salud.
Entre las especialidades que atendieron los médicos cubanos estuvieron medicina intensiva, medicina interna, cardiología, neumología y epidemiología,
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