A los 26 años, Rodríguez, del club japonés Dragones de Chunichi, vivirá su segunda apertura en el certamen de marras, tras la faena versus Países Bajos en el «Opening Day», el pasado 8 de marzo.
Aquel día en el Estadio Intercontinental de Taichung, Taipéi de China, el caribeño laboró durante cuatro capítulos completos, permitió una carrera y tres hits, además de regalar un boleto, propinar un deadball y “sacudir” a seis bateadores por la vía de los strikes.
Nacido en la provincia de Camagüey, el serpentinero exhibió sus aptitudes en la última temporada de la Liga Profesional Japonesa, cuando le otorgaron el rol de relevista intermedio, aunque en la isla cumplió casi siempre la función de abridor en diferentes justas.
La polémica en torno al cambio resultó imparable, pero el propio atleta intentó zanjar la situación en declaraciones exclusivas a Prensa Latina: “Siempre me he sentido más cómodo en las aperturas, pero en los Dragones se tomó la decisión de convertirme en relevista y no fue una experiencia desagradable”.
En la tercera campaña en el segundo circuito más importante del planeta, la estrategia de los nipones tuvo efecto inmediato, pues el cubano dejó estadísticas de ensueño: efectividad de 1.15 en 56 salidas de relevo, 39 holds y seis victorias.
Tales dígitos advirtieron que el agramontino jugaría un rol fundamental en las aspiraciones de Cuba en el Clásico, pero pocos vaticinaron que viajaría del bullpen a comandar la rotación del conjunto en dos choques vitales camino a la semifinal en Miami, Estados Unidos.
Ambas novenas jugarán este miércoles, desde las 19:00, hora local, en el Tokyo Dome, de esta capital, con la mira puesta en colarse entre los cuatro mejores elencos de la lid beisbolera.
Cuba, subtitular de la justa en la edición fundacional en 2006, comandó la llave A después de liderar un sorprendente quíntuple empate con Italia, Países Bajos, Panamá y Taipéi de China, todos dueños de dos éxitos e igual cifra de reveses.
Australia, en tanto, finalizó en el segundo puesto del segmento B, con foja de 3-1, tras ceder ante el invicto Japón (4-0) y derrotar a Corea del Sur (2-2), República Checa (1-3) y China (0-4).
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