Esta expresión milenaria -legada por visitantes foráneos- quedó impresa en las generaciones de artistas del conjunto, que desde el 14 de marzo de 1963, e incluso un par de décadas antes, dominaron magistralmente la técnica oculta detrás de las telas, en el guante o sobre los hilos.
Según registros históricos, las primeras funciones de títeres en la isla datan de la década del 40 del siglo XX y posteriormente ocurrieron procesos de adaptación a la cultura de la nación caribeña, con piezas marcadas por la originalidad, y la búsqueda de lo autóctono.
En ese sentido destacaron las puestas en escena creadas a partir de la obra de escritores como Eliseo Diego, Nicolás Guillén, Vicente Revuelta, Harold Gramatges, y Dora Alonso, quien dejó como herencia para los cubanos el personaje Pelusín del Monte.
Ubicado en la zona más céntrica de la capital cubana: El Vedado, el Guiñol constituye un centro de referencia para las agrupaciones que se dedican al teatro de figuras, en tanto articula un repertorio variado tanto para infantes como adultos.
Debido a las acciones que se desarrollan en el inmueble desde 2019 para devolverle su esplendor, los festejos por los 60 años se quedarán en los escenarios virtuales a la espera, próximamente, de retomar su cartelera presencial, informó el conjunto desde la red social Facebook.
Dirigido actualmente por Rubén Darío Salazar, luego de una decena de profesionales al frente durante su trayectoria, el conjunto nació de la mano de los hermanos Camejo (Carucha, Pepe, Bertica y Perucho) y Pepe Carril, con el objetivo de agrupar un conjunto titiritero de calidad, alto nivel artístico y con carácter nacional.
De su repertorio sobresalen títulos de clásicos como La Caperucita Roja, en la versión de Modesto Centeno, La Cenicienta; El gato con botas y Pinocho, así como El Principito, de Antoine de Saint-Exupery, y La Cucarachita Martina y el Ratoncito Pérez, del dramaturgo Abelardo Estorino.
Su catálogo también integra producciones para adultos, entre ellas Ubú Rey, de Alfred Jarry; La Celestina, de Fernando de Rojas; Don Juan Tenorio, de Zorrilla; Asamblea de mujeres, de Aristófanes, y La loca de Chaillot, de Jean Giradoux.
Igualmente, el repertorio incluye piezas de Federico García Lorca, José Martí, Alejo Carpentier, Esther Suárez, Freddy Artiles, René Fernández Santana, Ramón María del Valle-Inclán, Molière, Jonathan Swift, Charles Perrault, los hermanos Grimm, entre varios.
Además de sus presentaciones, el conjunto cuenta con un Taller de Experimentación de materiales, el cual constituye un espacio de creación indispensable para la elaboración de escenografías y personajes a partir de diferentes elementos.
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