Los proyectos presentados a la prensa acreditada en la nación caribeña, muestran diferentes visiones estéticas y temáticas, entre las cuales destaca la inclusión social, el rescate de la memoria histórica, la doble moral y el impacto de internet en la contemporaneidad.
Figura en la selección la cinta #Habanalike, Giselle Lominchar, el cual se centra en la irrupción de las redes sociales en la vida cotidiana de los jóvenes a partir de situaciones que rozan el absurdo, pero que forman parte de la realidad, explicó la creadora.
De acuerdo con la sinopsis, la trama ocurre en La Habana, en un parque wifi, donde cuatro jóvenes enajenados de la cotidianidad, navegan en el mundo virtual a través de sus perfiles; pero entrarán en conflicto con la realidad que los rodea y con la imagen que desean proyectar a los demás.
Asimismo, integra la selección el documental experimental Tartesso Dune, de Josué García, que parte de una amplia muestra de materiales de archivo desechados a la basura y dañados por los años para cuestionar el deterioro de una ciudad: Caibarién, ubicada en el centro del país.
En este territorio, el mar parece un espejismo mientras «la naturaleza recupera territorio tragándose edificios y casas viejas, y entre ellos, las vidas de varios personajes se conectan al azar por la simple virtud de un contexto en común, detalla la presentación del filme.
Por su parte, la realizadora Karen Sotolongo aproxima a la vida de algunas elegidas que encabezan la representación del boxeo femenino en Cuba, una disciplina cuya práctica profesional por las mujeres fue aprobada en diciembre de 2022 en la mayor de las Antillas.
Guantes sin ring -su propuesta- se realizó antes de esa decisión y se centra en la necesidad de visibilizar esta práctica, la realidad de sus exponentes, que no exceden la quincena en todo el país, el respaldo de entrenadores, la diferencia en relación a otras latitudes y los sueños de las atletas.
Cerró la jornada de proyecciones especiales el corto La Campaña, de Eduardo del Llano, una entrega a la altura del repertorio del cineasta, marcada por el humor, que se basa en el cuento homónimo que verá la luz este año como parte del libro El sueño terminó, explicó el realizador.
La película de ficción viaja a los años ’60 del siglo XX cuando acontece la Campaña de Alfabetización en la isla, pero se centra en una historia diferente sobre la relación entre un brigadista y la familia que le asignaron para enseñarle a leer y escribir.
«La finalidad no fue referirme a la campaña de alfabetización ni pretendí documentar la historia de Cuba. Elegí ese momento para hablar de la doble moral, del derecho a la diferencia, a salirse de la norma, a que puedes no encajar en un proyecto y eso no te convierte en el enemigo», detalló el cineasta en conferencia de prensa.
La premier oficial de los cortometrajes está prevista para el próximo 25 de marzo en el Cine Chaplin de esta capital, y luego estarán en la cartelera del Multicine Infanta durante tres semanas, excepto Tartesso Dune que estará en la presentación oficial pero no en el resto de las proyecciones pues desarrolla su recorrido internacional. En coherencia con el Acuerdo 8613 del Consejo de Ministros del 14 de junio de 2019 y el Decreto Ley 373/2019 del Creador Audiovisual y Cinematográfico Independiente, el Fondo apoya la producción de cine con la entrega de recursos financieros a artistas inscritos en el Registro del Creador y los Colectivos independientes reconocidos.
Por su parte, la Oficina de Atención a la Producción del Icaic (Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos) apoyó a medio centenar de artistas o colectivos de creación audiovisual independientes con financiamientos y permisos para desarrollar sus películas, de los cuales una treintena ostenta obras terminadas y otras están pendientes de concluir.
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