El reclamo presentado por el grupo Libertades, Independientes, Ultramar y Territorios (LIOT) recibió en el hemiciclo el apoyo de 278 diputados, de los 287 que necesitaba para la mayoría absoluta y la caída de la primera ministra Elisabeth Borne y su Gabinete.
Como se esperaba, el bloque de la izquierda, integrado por insumisos, socialistas, comunistas y ecologistas, y la extrema derecha (Agrupación Nacional) acompañaron la iniciativa, al igual que una parte de los conservadores de Los Republicanos, partido que tuvo en sus manos la suerte del Gobierno.
Todavía queda por votar la moción de censura introducida en la Asamblea por la extrema derecha, la cual tiene muchas menos probabilidades de éxito.
La oposición rechaza la reforma y su extensión de la edad legal de retiro de 62 a 64 años, y la manera del oficialismo de materializarla, al acudir al artículo 49.3 de la Constitución, eludiendo el voto en la Asamblea Nacional, donde ya no cuenta con la mayoría absoluta.
Desde el comienzo de la V República, en 1958, solo en una ocasión, en 1962 bajo la gestión del general Charles de Gaulle, una moción de este tipo tuvo éxito en su intento de derribar al Gobierno.
En la presentación del recurso a nombre del LIOT, el diputado centrista Charles de Courson acusó al Ejecutivo de usar la fuerza y de evitar el debate parlamentario con el empleo del 49.3, e insistió en que el proyecto sobre la jubilación no hubiese triunfado.
Asimismo, afirmó que el Gobierno estaba alertado de las consecuencias de apelar al polémico artículo, cuya activación el jueves desató nuevas protestas, con episodios de violencia sobre todo en esta capital.
Otros diputados opositores, como Laure Lavalette (Agrupación Nacional) y Mathilde Panot (La Francia Insumisa), fustigaron tanto a la reforma como al recurso empleado para adoptarla.
La parlamentaria del partido gobernante Renacimiento Aurore Bergé estimó durante el debate previo a la votación que las mociones buscaban paralizar el país y bloquear sus calles.
Por su parte, la primera ministra Borne defendió el uso del artículo 49.3, al afirmar que “no fue la invención de un dictador” y aseverar que el Gobierno promovió la consulta en torno a la reforma de la jubilación, también atacada desde la oposición y los sindicatos por aumentar el período de cotizaciones y eliminar regímenes especiales de retiro.
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