La parisina Plaza de la República, un tradicional sitio de movilizaciones, reunió a trabajadores y estudiantes con pancartas, banderas y consignas antigubernamentales, en una protesta que incluyó, al igual que en los últimos días, actos de violencia y enfrentamientos con la Policía protagonizados por algunos manifestantes.
Las miles de toneladas de desechos acumuladas en París por la huelga de los recolectores frente a la reforma han servido en ocasiones de combustible para desatar incendios durante las marchas, lo cual volvió a ocurrir hoy en las inmediaciones de la céntrica plaza.
También se registraron lanzamientos de artefactos pirotécnicos y objetos a uniformados, que nuevamente utilizaron gases lacrimógenos y cargas.
Desde las norteñas Lille, Rennes y Nantes hasta las sureñas Grenoble –donde marcharon con antorchas- y Montpellier fueron escenario de movilizaciones, unas planificadas y otras espontáneas, con situaciones de violencia en varias ciudades.
Dirigentes políticos y sindicales y parlamentarios acompañaron a los manifestantes en diversas localidades, en un contexto de malestar por la adopción ayer de la reforma de la jubilación, tras la derrota de las mociones de censura presentadas por la oposición para frenar la iniciativa y hacer caer a la primera ministra Elisabeth Borne y su Gabinete.
Las protestas nocturnas estallaron el jueves con la decisión del Gobierno de acudir al artículo 49.3 de la Constitución para aprobar el proyecto eludiendo el voto en la Asamblea Nacional, instancia en la cual el oficialismo perdió la mayoría absoluta en las elecciones legislativas de junio del año pasado.
El recurso del 49.3 atizó la cólera de los detractores de la reforma, quienes sumaron al rechazo a la extensión de la edad de retiro de 62 a 64 años el provocado por la vía utilizada por el Ejecutivo para materializar el texto, también repudiado por aumentar el período de cotizaciones y eliminar regímenes especiales de jubilación.
Los principales sindicatos convocaron para el jueves a la novena jornada nacional de movilizaciones desde el 19 de enero, mientras continúan las huelgas con impacto en el transporte terrestre, ferroviario y aéreo, el suministro de combustible y la recogida de basura.
Según el ministro del Interior, Gerald Darmanin, 12 mil policías y gendarmes estarán en las calles de Francia el jueves, cinco mil de ellos en París.
El ministro declaró que más de 300 uniformados sufrieron heridas en los últimos días, sin que se conozca de momento la cifra de manifestantes con lesiones.
Líderes sindicales y políticos acusaron a las fuerzas del orden de arremeter contra protestas pacíficas y desarrollar “arrestos preventivos», con alrededor de un millar de detenciones en total, la mayoría de esas personas ya en libertad.
Al menos un procedimiento investigativo está en curso después de la divulgación de imágenes de un policía golpeando a un manifestante.
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