Ebel recibió una enérgica protesta por las declaraciones de Joly, durante una rueda de prensa celebrada el 10 de marzo de este año, sobre la intención oficial de Ottawa de perseguir su objetivo de “cambio de régimen en Rusia por todos los medios económicos, políticos y diplomáticos», destaca el ente de exteriores.
La cancillería señaló que le comunicó al diplomático canadiense que tales declaraciones eran inadmisibles y «contrarias a las obligaciones de Canadá como Estado parte en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 y a los principios y normas reconocidos del derecho internacional».
El Ministerio de Asuntos Exteriores puntualizó a Ebel que la parte rusa se reserva el derecho de tomar las contramedidas adecuadas «en función de los nuevos pasos que dé el régimen gobernante del primer ministro Justin Trudeau en el contexto de su política declarada de confrontación con Rusia».
Le subrayó que este incidente «tendrá las más serias consecuencias para las relaciones bilaterales», concluyó.
mem/gfa