Aunque demanda de grandes recursos para su sostenibilidad, el lugar cuenta con extraordinarias condiciones para la recreación sana, educación ambiental y el desarrollo académico y científico, declaró a Prensa Latina el director de esa institución, Carlos Manuel Pérez previo a la efeméride.
El JBN –que resguarda el herbario y la biblioteca más importantes del país en materia de botánica- está amparado por un programa de Gobierno.
Esta instalación –una de las 12 con que cuenta la mayor de las Antillas- está a la altura de nuestros tiempos, pues genera muchas investigaciones científicas dirigidas a resolver problemáticas que el país debe enfrentar.
Actualmente el lugar –considerado uno de los más encantadores de La Habana- tiene en su plantilla 32 profesionales dedicados a la academia y muchos de ellos están insertados en la docencia.
Existe capital humano con la maestría y conocimientos necesarios para fortalecer la labor que aquí se realiza, aseguró Pérez.
A diferencia de naciones del primer mundo que cuentan con jardines botánicos relativamente pequeños con una gran cantidad de fuerza de trabajo para atenderlos, el nuestro solo tiene 60 jardineros para 500 hectáreas.
Una de las prioridades es la formación de fuerza de trabajo, y el JBN es el gestor principal de la Escuela Nacional de Horticultura y Paisajismo, que pronto tendrá listo su programa de estudios para presentarlo a las autoridades de la Educación Superior.
El JBN –con sólidos contactos con homólogos de diferentes latitudes del planeta- colocó 27 artículos científicos en 14 revistas de primer nivel en el mundo.
A pesar de las dificultades que genera la lejanía del centro de la ciudad, muchas personas llegan hasta aquí a diario y los fines de semana la cifra de visitantes alcanza el millar, resaltó Pérez, quien destacó que el sitio promovido por el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, acogió 400 eventos en 2022.
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