Instalada en la Galería La Nave,de esta capital, la muestra toma como referencia el concepto literario acuñado por el teórico ruso Mijaíl Bajtín: cronotopo, el cual parte de la interrelación entre el tiempo y el espacio en una obra de arte.
En esta ocasión, el también profesor inserta marcadores temporales en las obras (horas, minutos y segundos), en tanto exhibe su habilidad técnica de grafito sobre lienzo para dar vida a unos fascinantes paisajes de fondos marinos, con un marcado nivel de detalle.
A través de sus dibujos al carboncillo, el artista crea imágenes que transmiten la belleza, las obras son enigmáticas y evocadoras, suscitando un sentido de misterio y fascinación, reseña el blog de arte The Cuban Observer.
Marrero invita al espectador a considerar el mundo submarino como un espacio de exploración y descubrimiento, y al mismo tiempo, reflexionar sobre la relación entre la humanidad y el medio ambiente, apunta el texto.
Además de los cuadros, la exposición incluye dos objetos intervenidos: dos caracolas marinas, las cuales demuestran la articulación entre naturaleza y arte, pues sirvieron de lienzo para los dibujos del creador.
La selección está en coherencia con el interés del artista en estudiar «la relación de algún elemento de la ciencia con otro del arte, buscando conexiones entre uno y otro», según confesó en entrevista a medios locales.
«Lo esencial no es ver el objeto artístico como único centro, sino descifrar cómo un proceso determinado puede generar dicho objeto. La ciencia es entonces ese detonante necesario para que se active la reacción; la analogía es el entorno donde habita mi modelo», afirmó.
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