Los miembros de la caravana, que todos los últimos domingos de cada mes claman en esa urbe por la normalización de las relaciones entre ambos países, entonaron el Himno Nacional de Cuba, mostraron sus pancartas y exigieron el levantamiento del cerco unilateral de Washington mantenido ya por más de seis décadas.
Varios videos subidos a las redes sociales muestran el hostigamiento y las ofensas que sufrieron los caravanistas, proferidas por grupos anticubanos que buscan impedir una política de acercamiento.
“La comisión de Miami pidió a la ciudad que le facilitara una escolta pagada, un procedimiento que no debía ocurrir porque la policía debe garantizar la seguridad de manera gratuita», denunció en su cuenta de facebook el líder del movimiento Puentes de Amor, Carlos Lazo.
Añadió que le dieron evasivas y finalmente le brindaron protección a una contracaravana que se dedica a intimidar a los activistas.
Además de los improperios, las manifestaciones hostiles incluyeron la quema de una bandera cubana frente a la inacción de los agentes del orden, que menospreciaban incluso la amenaza que tal acto representa para la seguridad pública.
No obstante las agresiones, los caravanistas refrendaron su voluntad de seguir apoyando la justa causa.
Acudimos a las tradicionales caravanas dominicales porque amamos, no porque se nos paga, añadieron en medio de gritos de ¡Cuba sí, bloqueo no! y de ¡Viva Cuba!
“¡Esto no lo para ningún muro de odio!”, insistieron.
Los principales líderes políticos de la coalición Alianza Martiana, Elena Freire y Max Lesnik, consideraron que, pese a todo, fue una jornada exitosa, donde se logró convocar y reunir a los cubanos de buena voluntad que buscan hacer conciencia para revertir las normas punitivas dictadas contra la isla desde la Casa Blanca.
“Tuvimos otro éxito de caravana, salimos con mucho entusiasmo y una vez más reclamamos el fin de estas terribles sanciones que pesan sobre el pueblo cubano y lo hacen sufrir”, declaró Freire durante una entrevista difundida en redes sociales.
Igualmente reiteró el reclamo común de quitar a la isla caribeña de la lista de países que apoyan el terrorismo y señaló que en Cuba solo se exporta “medicina y amor”.
Por su parte, Lesnik manifestó que esta caravana se realiza debido a “la voluntad de los cubanos emigrados que aman a su país y que quieren que Estados Unidos cambie su política de agresión”.
Queremos que el odio quede atrás, expresó, “el amor resuelve los problemas entre las personas decentes, inteligentes y sobre todo los verdaderos patriotas”.
Además de en Miami, otras acciones solidarias con Cuba se organizaron en las ciudades estadounidenses de Seattle y Nueva York, así como en Vancouver, Quebec y Ottawa (Canadá), y también en Panamá.
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