«Fuimos invitados al taller específicamente sobre las OMEC, tema novedoso para Cuba, aunque ya se está trabajando por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, en la identificación de otras áreas que tienen que ver con la aplicación de medidas efectivas de conservación, tanto terrestre como marina», apuntó Naranjo a Prensa Latina.
Precisó que Cuba tiene áreas protegidas que están identificadas por las diferentes instituciones y tienen manejos establecidos, pero -refirió- las OMEC van un poco más allá, y por sus propias características en ellas hay que establecer un manejo, una gobernanza, un administrador de esa zona.
Las OMEC contribuyen a lograr la conservación de al menos 30 por ciento de las áreas terrestres y marinas del planeta, especialmente las de particular importancia para la biodiversidad y sus aporte al bienestar humano.
Su reconocimiento significó una gran oportunidad para visibilizar la conservación efectiva a largo plazo, que se lleva a cabo fuera de las áreas protegidas actualmente designadas, a partir de una serie de formas de gobernanza y gestión aplicadas por un conjunto diverso de actores.
La viceministra cubana explicó que para ser OMEC no puede ser área protegida, porque las primeras se pueden operar, administrar, trabajar, pescar, aunque con medidas regulatorias, e incluso -agregó- eso es lo que se quiere, porque las áreas protegidas tienen sus limitantes.
Naranjo señaló que este asunto se está trabajando en Cuba, pero todavía su país no cuenta con alguna OMEC identificada.
De ahí que, resaltó, su participación en este taller de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura constituye una oportunidad porque son conceptos novedosos y su Ministerio tiene la responsabilidad de implementarlo en Cuba, en conjunto con otras entidades.
Estamos ganando en conocimiento porque el Ministerio de la Industria Alimentaria de Cuba todavía no trabaja este tema y de hecho -añadió- el de Ciencia y Tecnología recientemente está laborando en un nivel de cuestionario, de identificar guías para poder empezar a implementarlo en el tema marino.
Exaltó que su Ministerio tiene una fuerte influencia dentro de la actividad económica de Cuba, y por ello deben ser capaces, a partir de la Ley de Pesca, de trabajar para que esos recursos sean sostenibles.
Es decir, indicó, que se pesque, pero con regulaciones que nos permitan tener un producto pesquero, pero a su vez en el futuro inmediato tener peces, porque no es pescarlos todos y después no tener nada.
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