En el contexto de la décima jornada nacional de protestas contra la iniciativa, el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martinez, declaró a la prensa que se trata de una nueva propuesta de los gremios al Ejecutivo, en particular al presidente Emmanuel Macron.
Pedimos una vez más suspender el proyecto y nombrar a un mediador, como ocurre cuando existe un conflicto, precisó en la movilización en la central ciudad de Clermont-Ferrand, una de las primeras en acoger las marchas de este martes.
Martinez destacó que las protestas contra la reforma de la jubilación no ceden, ante la decisión del Gobierno de descartar la marcha atrás, después de la adopción del proyecto que incluye la extensión de la edad de retiro a 64 años, conseguido con el artículo 49.3 de la Constitución, el cual evitó el voto parlamentario.
También el secretario nacional de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, demandó congelar la iniciativa durante un mes y medio para el diálogo.
Debemos buscar una vía de salida, subrayó en un contexto tenso, marcado por multitudinarias marchas y huelgas que impactan en la sociedad y la economía, con episodios de violencia.
Sin embargo, Macron y su entorno no dan señales de ceder en la reforma de la jubilación y piden a los franceses pasar la página asumiendo la misma.
En ese sentido, el mandatario tendió la mano a los sindicatos, pero para abordar otros temas relacionados con el empleo, postura que atiza el malestar y las acusaciones de la oposición de que el Ejecutivo es responsable de la radicalización de algunos manifestantes y sus consecuencias.
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