En la ceremonia, efectuada en el Salón de Protocolo de El Laguito, el mandatario cubano entregó a siete centros destacados la Bandera de Honor, el más alto estímulo que otorga el Buró Nacional de la UJC a colectivos juveniles que ponen en alto el papel de la juventud en la construcción colectiva de un país mejor.
Estos son, los de la refinería de Cienfuegos; la fábrica de cemento 26 de Julio de Nuevitas, Camagüey; división territorial de la Isla de la Juventud de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa); los hospitales militares Dr. Luís Díaz Soto (La Habana) y el Mario Muñoz Monroy (Matanzas); los Cuerpos de Bomberos de La Habana y de Cuba; así como el puesto de Tropas Guardafronteras, Unidad Especial.
Asimismo, cinco jóvenes fueron merecedores de la Orden Julio Antonio Mella, máxima condecoración de la UJC; mientras 19 estudiantes destacados con méritos extraordinarios en el estudio y el trabajo recibieron la Medalla José Antonio Echeverría.
Asimismo, a 28 jóvenes que sobresalieron por su incondicional aporte a la defensa, la economía, la docencia y los servicios, les fue impuesta la Medalla Abel Santamaría Cuadrado.
En la ceremonia, la segunda secretaria de la UJC, Meyvis Estévez, afirmó que esta ceremonia es un desmentido a quienes pretenden dibujar una juventud cubana apática y des comprometida.
Estos jóvenes, que atesoran una amplia trayectoria estudiantil, laboral, militar, política y social, son el rostro juvenil de una generación que asume la continuidad como su principal aliento, apuntó.
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