Actualmente la fábrica está en franca arrancada, en tanto en el segundo semestre de este año empezaremos a lograr producciones y en 2024 esperamos entrar en el mercado exterior, dijo en un encuentro con la prensa Teobaldo Cruz, director del complejo industrial ubicado en esta capital.
Con una extensión de 46 mil 522 metros cuadrados, el complejo industrial está compuesto por un bloque de producción de bioproductos y otro de servicios ingenieros, un bioterio, además de dos plantas: de síntesis química y de tratamiento de residuales.
Explicó que desde el punto de vista de la tecnología instalada, la planta de fermentación sumergida tiene una capacidad de cinco millones 800 mil litros de caldo fermentado anual y tres millones 800 mil de concentrado; en tanto la de fermentación bifásica podrá producir mil 80 toneladas.
Mencionó que otras de las fortalezas de esta entidad son: la fabricación de envases propios, el cumplimiento en los diseños de las buenas prácticas de producción y de laboratorio en todos los procedimientos, los flujos de producción delineados de acuerdo con las regulaciones internacionales vigentes para la industria biotecnológica.
Por su parte, Lirka Rodríguez, vicepresidenta de Labiofam, detalló que en un primer momento los productos que se van a empezar a ofertar son los que el Grupo no tenía la capacidad instalada para poder hacerlo.
Después, puntualizó, entrarían los bioplaguicidas agrícolas que igualmente se producen en pequeñas plantas que hay en La Habana, Sancti Spíritus y Matanzas, los cuales serían Thurisave 13, Thurisave 24 y Thurisave 25, bioproductos de uso agrícola eficaces en el control de plagas que afectan los cultivos.
Con esta industria, aseguró Rodríguez a Prensa Latina, podemos responder a lo que hoy se está demandando en el país, tanto para los productos que van destinados a la salud (para el control de vectores) como los que de la agricultura.
En cuanto al mercado exterior, precisó, Labiofam tradicionalmente está presente con estos productos en las áreas de Centroamérica, América del Sur y África, a partir de programas de control de vectores que se han ejecutado.
En estos momentos estamos en Kenya y se trabaja en Angola con posibilidades de acrecentar este mercado, y hay estrategias de ampliarnos a otros países africanos.
En las Américas exportamos a Nicaragua, fundamentalmente, y trabajamos mercados como República Dominicana —que en su momento fue fuerte para nosotros— y también México, naciones donde tenemos registrados estos productos.
También estamos avanzando en el registro sanitario de dichos artículos en otros países de la región, como Costa Rica, Jamaica, Trinidad y Tobago, informó la vicepresidenta de Labiofam.
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