La jefa de Misión sostuvo un encuentro con el dignatario lituano luego de presentarles la víspera las cartas credenciales que la acreditan como embajadora concurrente en este país centroeuropeo.
Nauséda reconoció en la cordial charla los logros cubanos en la educación y el deporte, áreas en las que –consideró- ambas naciones pueden concretar convenios de colaboración.
La diplomática cubana contó a Prensa Latina que posteriormente fue recibida en la Cancillería, el Parlamento y el ministerio de Salud donde sostuvo encuentros en los que intercambió sobre temas bilaterales, la compleja situación internacional, en particular acerca de la hostil política de bloqueo de Estados Unidos contra la isla.
Aprovechó las reuniones para agradecer al gobierno lituano su acompañamiento a las resoluciones que Cuba ha presentado en la Asamblea General de la ONU en demanda del cese de la guerra económica, comercial y financiera de Washington, aprobada con el apoyo casi unánime de la comunidad internacional.
Parra es embajadora de Cuba en Finlandia con sede en Helsinki, y también concurrente en Letonia, Estonia y ahora en Lituania, los tres países bálticos por antonomasia.
Lituania es una república parlamentaria con un jefe del Gobierno —el primer ministro— y un jefe del Estado —el presidente— que designa al primer ministro. El Parlamento es un órgano legislativo unicameral, y el país está dividido en 60 municipios cuyos alcaldes son elegidos por sufragio directo.
Los sectores más productivos de la industria lituana son la producción química y de alimentos, así como la construcción de maquinarias, carpintería, producción de materiales de construcción y concreto premezclado, productos metalúrgicos, así como hidrocarburos refinados.
Vilna, su capital, ha cautivado al turismo durante años, atrayendo visitantes gracias a su casco antiguo barroco, el más grande de Europa oriental, y maravillándoles con una elegancia diferente, una historia compleja y un panorama cultural singularmente lituano.
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