En la undécima jornada nacional de movilizaciones contra el proyecto que extiende la edad de jubilación de 62 a 64 años participaron cerca de dos millones de personas, según los sindicatos, mientras el Ministerio del Interior estimó la asistencia en 570 mil.
Con pancartas, banderas, globos gigantes, consignas y la indumentaria propia de su gremio, los manifestantes denunciaron la negativa del presidente Emmanuel Macron a dar marcha atrás en una reforma que consideran injusta e impopular.
La marcha parisina tuvo entre sus puntos de partida la plaza de los Inválidos, en un desfile multicolor, que pese a la cólera dominante entre los participantes, reflejó el entusiasmo impregnado por muchos jóvenes.
“No a los 64” y “Macron está alejado de la realidad y no nos representa” fueron algunas de las frases compartidas con Prensa Latina, a veces incomprensibles por el sonido de los tambores y los megáfonos.
Sin embargo, la movilización a nivel nacional volvió a dejar una baja en la cifra de personas que respondieron al llamado de la Intersindical.
Para el secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, lo importante es que mucha gente sigue saliendo a las calles contra la reforma de la jubilación, en la undécima jornada desde el 19 de enero.
Las protestas pacíficas nuevamente fueron escenario de actos violentos y de enfrentamientos con las fuerzas del orden por sectores radicales, con saldo de decenas de arrestos y reportes de policías y gendarmes heridos.
De acuerdo con la Intersindical, el Gobierno es el único responsable por la situación explosiva en el país, al acusarlo de ignorar el repudio mayoritario entre los franceses a su proyecto.
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