El Hotel de Matignon, la sede de la jefa de Gobierno, aludió –según el diario Le Figaro- el “contexto nacional” para posponer el viaje varias semanas.
En ese sentido, informó a las autoridades del país norteño, y adelantó que la visita podría desarrollarse el próximo mes.
Borne está en el centro de las críticas por la adopción de la reforma que extiende la edad de retiro de 62 a 64 años y la manera de hacerlo, sin el voto de la Asamblea Nacional, al amparo del artículo 49.3 de la Constitución. Tanto la primera ministra como el presidente Emmanuel Macron han perdido respaldo popular desde el comienzo de la crisis hace varios meses, en un contexto de multitudinarias manifestaciones y huelgas, así como de reclamos de renuncia de Borne por la oposición.
De hecho, una moción de censura quedó a solo nueve votos en la Asamblea de hacer caer al Gobierno.
El problema de la primera ministra va mucho más allá, a partir de diferencias con Macron por la manera de manejar las tensiones con los sindicatos, a cuyos líderes ella recibió en Matignon la semana pasada, sin solución alguna, ya que los gremios exigen el retiro de la reforma de la jubilación.
En una entrevista con Le Monde publicada el viernes, la alta funcionaria pidió no forzar las cosas con los sindicatos y apaciguar al país, declaraciones asumidas por el oficialismo como un desmarque del jefe de Estado, quien se encontraba entonces en China.
Borne y su entorno aseguraron con no hay distancia entre ella y Macron, pero ya el daño estaba hecho, lo cual se traduce en llamados a sustituirla y en crecientes rumores de que eso ocurrirá.
Con una situación así no es buena idea viajar, confió una fuente oficial en condición de anonimato, de acuerdo con Le Figaro.
En Canadá Borne tenía en agenda una reunión con el primer ministro anfitrión, Justin Trudeau, además del tradicional intercambio sobre diversos temas Francia-Quebec (provincia mayoritariamente francófona).
jcm/wmr