Las labores de búsqueda y rescate permitieron en las primeas horas de este lunes encontrar los dos primeros cadáveres y los otros dos en la mañana, en los escombros del inmueble situado en la calle Tivoli de la urbe mediterránea, la segunda más poblada de Francia después de París.
El ministro delegado de Ciudades y Vivienda, Olivier Klein, anunció la detección del cuarto cuerpo sin vida, mientras prosigue el accionar de expertos apoyados por perros especializados, robots y drones, en medio de la conmoción nacional por la tragedia.
Se trata de descubrimientos macabros y difíciles, lamentó en declaraciones a la prensa el funcionario, quien acompañó al alcalde de Marsella, Benoit Payan, en el puesto de mando activado en las inmediaciones del lugar.
Payan había adelantado la víspera la escasa esperanza de hallar sobrevivientes tras la explosión, aún de origen desconocido, que provocó el derrumbe en la madrugada del sábado para el domingo, con un incendio que dilató el comienzo de las labores de búsqueda y rescate.
El ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, acudió a la escena del desastre y el presidente Emmanuel Macron expresó en Twitter su pesar.
Según los cálculos de autoridades, a partir de personas que no responden al teléfono, cuatro permanecen desaparecidas, mientras una de las que estaba con paradero desconocido después del derrumbe contactó a sus familiares.
Las investigaciones continúan para determinar la causa de la explosión en un edificio que no tenía señalamientos de problemas, al tiempo que inició el trabajo de identificación de las víctimas fatales.
Alrededor de 200 vecinos de unas 40 casas fueron evacuados ante la tragedia, con estudios a ejecutar para decidir si será necesario demoler algún inmueble colindante o reforzar la estructura de los mismos.
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