En declaraciones publicadas por el diario Al-Watan, el titular explicó que las sanciones generan muchas dificultades ante la adquisición de equipos nuevos y de piezas de repuesto necesarias para el mantenimiento de los que se encuentran en los hospitales y centros de salud públicos, donde se ofrecen servicio de salud gratuitos.
El equipo de resonancia magnética en el hospital docente Al-Moassat en Damasco no funciona desde hace semanas y se hacen esfuerzos para asegurar la pieza de repuesto pero en vano, ya que todas las empresas temen las sanciones impuestas por Estados Unidos, afirmó.
Fuentes citadas por el medio aclararon que se dispone de la divisa necesaria para la compra, pero el problema consiste en el temor de todas las entidades comerciales a las medidas punitivas.
Las autoridades sirias denunciaron recientemente que no pueden disponer de los equipos y vehículos técnicos necesarios para la reconstrucción de casas destruidas por los terremotos, debido al bloqueo.
En junio del 2020, Washington impuso de manera unilateral nuevas sanciones extraterritoriales contra Siria bajo el nombre de Ley César, destinada a asfixiar a Damasco.
Las autoridades de Damasco aseguran que las políticas de bloqueo y la imposición de medidas económicas coercitivas unilaterales han sido parte de las ciegas disposiciones coercitivas de Occidente y la otra cara del terrorismo que derramó la sangre de los ciudadanos de esta nación árabe.
A su vez, la relatora especial de las Naciones Unidas, Elena Dohan, consideró que estas medidas unilaterales equivalen a crímenes de guerra, exacerban el sufrimiento de los sirios e impiden la recuperación y reconstrucción.
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