La inspección se llevó a cabo en 36 establecimientos públicos y privados de toda Francia y además se distribuyó un cuestionario al que respondieron 5 mil 275 directores, 12 mil 545 empleados de guarderías y 27 mil 671 padres.
Entre las conclusiones del informe, IGAS destacó que si bien “las guarderías de gran calidad, (están) respaldadas por una profunda reflexión pedagógica”, también existen “establecimientos de muy mala calidad”, que pueden provocar “deficiencias en la seguridad emocional y el desarrollo” de los pequeños.
Por ello la Inspección planteó en el informe recomendaciones y profundas reformas para prevenir mejor el maltrato infantil, demandas sobre las que el ministro de Solidaridad, Jean-Christophe Combe, se comprometió a «actuar rápidamente» y la secretaria de Estado responsable de la infancia, Charlotte Caubel, a estar “vigilante en la aplicación de las recomendaciones y los controles”.
De acuerdo al documento, muchos de los adultos entrevistados describen situaciones que bien pueden ser consideradas como de malos tratos físicos o psíquicos al soportar vejaciones como insultos o castigos.
mem/acm