El jefe de Estado compartió en su cuenta en Twitter un mensaje de su par venezolano, Nicolás Maduro, quien consideró que ese hecho pasó a la historia del continente como la expresión más bárbara de la intolerancia fascista.
Maduro subrayó que los sectores apátridas jamás destruirán la hermandad que existe entre Cuba y Venezuela.
De igual forma se pronunció Díaz-Canel en la red social, al asegurar que el coraje, la dignidad y el amor entre ambos pueblos siguen ganando batallas.
La acción contra la sede diplomática de la isla en Venezuela aconteció el 12 de abril de 2002 durante los hechos asociados al golpe de Estado contra el entonces presidente Hugo Chávez (1954-2013).
Grupos violentos de la extrema derecha se concentraron frente a las instalaciones de la representación cubana, destruyeron vehículos y cortaron servicios esenciales de luz y agua, además de amenazar al personal reunido dentro de la edificación.
El retorno de Chávez al poder puso fin a esas acciones, después de su secuestro por militares desleales que actuaron en complicidad con el sector empresarial, sindicatos de la oposición, la Iglesia católica y los medios de comunicación privados.
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