El acto de apertura proyectado comprende la instalación de gradas para 600 mil personas a lo largo de las riberas del río Sena, en el centro de París, en un recorrido de seis kilómetros por donde transcurriría el desfile de los deportistas que competirán en los Juegos.
Según declaró la ministra, “se sigue trabajando con la prefectura de policía, (el ministro del Interior) Gérald Darmanin, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, para afinar lo que vamos a hacer en los muelles superiores, pero en cualquier caso habrá varios cientos de miles de personas que podrán beneficiarse de este desfile de atletas a lo largo de los 6 kilómetros del Sena”, declaró.
Fuentes policiales señalaron que el principal escollo es revisar a la baja la cifra de asistentes, dada la complejidad de ofrecer seguridad a un número tan grande de personas, al aire libre y junto a las orillas de un río, lo que supone un acontecimiento sin precedentes.
Se espera que hoy se expliquen los detalles que dependen de la prefectura, dijo Oudéa-Castéra, y también se refirió al director artístico de la ceremonia, Thomas Jolly, quien «presentará elementos de su trabajo al COI (Comité Olímpico Internacional)», lo que «permitirá entonces afinar la dimensión más segura».
Por último, la ministra se refirió a la presencia de deportistas transexuales en los Juegos Olímpicos de París, señalando que «dependerá de cada una de las federaciones internacionales, que rigen las reglas de su disciplina, hay diferencias de una disciplina a otra”.
“Es un tema difícil y evolutivo en el que tenemos que navegar entre dos exigencias, la inclusión y el respeto a la equidad deportiva”, dijo en declaraciones al canal Franceinfo, “no todo el mundo está en esa línea. Los avances científicos determinarán la decisión sobre estos deportistas», añadió.
A finales de 2021, el COI abandonó la idea de establecer directrices uniformes para los criterios de participación de atletas intersexuales y transgénero, dejándolo en manos de las federaciones internacionales.
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