De acuerdo al documento los precios de los alimentos continuaron acelerándose hasta subir casi 16 puntos en un mes, tras el alza del 14,8 por ciento de febrero, lo que incluye tanto los productos frescos, como las frutas y hortalizas, como los no frescos, pan, cereales, carne, queso, chocolate y bebidas.
Por el contrario, los precios de la energía se frenaron su incremento de los últimos meses (4,9% en marzo, tras el 14,1% de febrero) debido a la fuerte caída de los productos derivados del petróleo y a la ligera desaceleración de los precios del gas, que compensaron la subida de las tarifas eléctricas.
Al tiempo los precios de los servicios subieron un 2,9 por ciento (tras el 3% de febrero), dejando la inflación subyacente, que excluye las partidas más volátiles y proporciona una tendencia básica de la evolución de los precios, llegó en marzo al 6,2 por ciento interanual, una décima más que en febrero.
A principios de febrero el Insee pronosticó que la tasa de inflación bajaría progresivamente hasta el 5 por ciento en junio, pero la revisión al alza realizada por los economistas señala ahora que “la inflación se mantendrá elevada en Francia hasta finales de 2023, oscilando entre el 5,5 y el 6,5 por ciento”, antes de volver a caer a cerca del 3 por ciento a finales de 2024.
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