La esperada decisión del órgano de nueve miembros, conocidos como Los Sabios, se traduce en la aceptación parcial del proyecto defendido por el Gobierno, aunque los artículos censurados del texto no alteran básicamente los objetivos que se propuso el presidente Emmanuel Macron, lo cual causó una reacción inmediata de malestar entre los detractores tras el anuncio.
En su dictamen, el Consejo Constitucional rechazó seis disposiciones incluidas en la reforma de la jubilación, en particular el “índice de personas mayores”.
Asimismo, negó el pedido de referendo de iniciativa compartida, mediante el que la izquierda aspiraba a someter a consulta popular el proyecto, con la visión de que sería refutado por la población.
La postura fijada por el Consejo es favorable para el Gobierno, ya que Macron puede promulgar la reforma con las salvedades realizadas.
El Ministerio del Interior prohibió desde ayer toda manifestación en las inmediaciones del órgano, con sede en esta capital, y desplegó a policías y gendarmes ante las protestas que con seguridad se desarrollarán, unas 130 en todo el país, según informaciones de inteligencia filtradas a la prensa.
Más temprano, la secretaria general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Sophie Binet, había anunciado que los sindicatos definirán sus acciones a seguir en función del veredicto del Consejo Constitucional.
Nuestro espíritu es el de la combatividad y la determinación, dijo a la cadena BFM TV la dirigente, quien reiteró la denuncia de la iniciativa que extiende la edad de retiro de 62 a 64 años por “sus deficiencias jurídicas y sociales”.
Por su parte, el líder de Fuerza Obrera, Frédéric Souillot, adelantó en la mañana que las protestas continuarían, si el Consejo Constitucional validaba la reforma impulsada por el Gobierno, también repudiada por aumentar el período de cotizaciones y eliminar regímenes especiales de jubilación.
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