Con los presidentes Hugo Chávez (1954-2013) y Nicolás Maduro esa ha sido la visión, promover la solidaridad, el diálogo y la defensa de la soberanía, sin que los intereses neoliberales nos pongan de rodillas o nos desvíen del camino, precisó en entrevista con Prensa Latina en esta capital.
De acuerdo con el diplomático, desde 1999, con la llegada al poder de Chávez, hasta la actualidad, Venezuela actúa para favorecer la integración, tanto a nivel regional como global, con diversos ejemplos que lo demuestran y que explican el reconocimiento de la comunidad internacional, pese a las agresiones de Estados Unidos y sus aliados.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Petrocaribe, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y el Movimiento de Países No Alineados aportan pruebas de nuestra postura, declaró.
Pérez manifestó que ese compromiso con la diplomacia de paz y la unidad se expresa en la gestión venezolana en el contexto de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En ese sentido, expuso que su país trabaja en defensa de los valores y los principios del ente multilateral, en particular del derecho de los pueblos a la educación, la cultura, la ciencia y el deporte.
Se trata de valores y principios amenazados por el neoliberalismo y su posición de negar a los pueblos los recursos necesarios, en aras de destinarlos a la guerra, la especulación y otros fenómenos, advirtió.
El embajador insistió en que el compromiso de Venezuela constituye una herencia reconocida por la comunidad internacional y una huella en la conciencia de los pueblos, que frustran los intentos de Estados Unidos de aislarla.
Nuestra solidaridad y la decisión de no humillarnos y de no ceder a los dictámenes del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial y a la injerencia de la Organización de Estados Americanos (OEA) ayuda a entender el apoyo que recibimos, dijo Pérez.
En los pocos meses que llevo en la Unesco –abundó- he sido testigo de esa reacción de respaldo, que es fruto del reconocimiento a un país blanco de toda una trama de agresiones, que incluso estuvo cerca de llegar al plano militar.
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