La casona de dos plantas pintada de azul y ubicada en el centro histórico urbano de Sancti Spíritus, albergó a Capdevila (1845, Valencia, España-1898, Santiago de Cuba) al casarse con la espirituana Isabel María de los Dolores Pina Estrada.
Según datos consultados, de esta unión nacieron cinco hijos: Federico, quien murió muy pequeño, Luis, Concepción, Isabel y Eva.
Sita en Cervantes No.11 esquina a Máximo Gómez, es un inmueble de alto valor histórico y arquitectónico, comprendido entre los bienes culturales con grado uno de protección.
Una tarja a la entrada de este lugar cargado de historia, donde radica la Casa de Cultura Osvaldo Mursulí, rememora que el digno oficial español residió en esta casona desde 1871 a 1873.
Otra, al lado opuesto de la fachada, también recibe al visitante e indica que allí nació en 1841 Manuel Mendigutía, abogado, secretario y miembro del Estado Mayor del presidente de la República en Armas, Carlos Manuel de Céspedes, nombrado el Padre de la Patria.
Agrega la inscripción que Mendigutía murió en la manigua redentora, luchando contra el colonialismo español, con altos grados militares el 13 de junio de 1871.
La casa data de la década de 1830 y su construcción -de influencia neoclásica según expertos- estuvo dirigida por los andaluces Domingo Valverde y Blas Cabrera, quienes también fueron los maestros de obra del emblemático puente sobre el río Yayabo, Monumento Nacional.
En noviembre de 1871 Capdevila estaba en La Habana cuando es electo como defensor de oficios de los 45 estudiantes del primer año de la carrera de Medicina, acusados injustamente de profanar la tumba del periodista español Gonzalo Castañón.
Su valiente defensa provocó la airada reacción de los voluntarios, tanto en el transcurso del Consejo de Guerra como durante los 30 años que permaneció en Cuba.
Mientras, Osvaldo Mursulí -la Casa de Cultura lleva su nombre- nació en 1926 en el municipio de Cabaiguán, aunque desde pequeño residió y trabajó en Sancti Spíritus. Falleció en 1987.
Graduado en 1953 de escultura en la Escuela de Artes Plásticas San Alejandro de La Habana, fue un artista con amplios conocimientos académicos.
Situado frente al muy concurrido parque Serafín Sánchez Valdivia y a pocos pasos de museos, de la biblioteca provincial, centros gastronómicos y comerciales, entre otros servicios, el amplio portal de esta edificación es escenario de variadas actividades artísticas.
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