En el Teatro Heredia se dieron cita artistas santiagueros y de la nación asiática para celebrar el medio siglo de la presencia de Fidel Castro en tierras liberadas por el pueblo y los soldados en la guerra impuesta por Estados Unidos y los 60 de la Asociación de Amistad con esa nación.
Mañana, cuando la delegación oficial parta desde el Aeropuerto Internacional Antonio Maceo tras unos cinco días de activa interacción con autoridades cubanas, llevará las muestras de afecto iniciadas con el recibimiento por el líder de la Revolución, Raúl Castro, y el presidente Miguel Díaz-Canel.
Desde la llegada en la mañana, el tributo a los próceres de la independencia alineados en la franja delantera del cementerio patrimonial de Santa Ifigenia y con el monolito con las cenizas de Fidel Castro como punto focal, la solemnidad marcó la ceremonia con el halo patriótico que encierra.
Es precisamente el legado del líder histórico de la Revolución Cubana la mayor inspiración para que cubanos de varias generaciones mantengan intacta la admiración hacia un pueblo que ha dado tantas lecciones de heroísmo al mundo y lo hace actualmente en la construcción de su Socialismo.
A pesar de la distancia geográfica y la diferencia de idiomas, Cuba y Vietnam han construido en más de 60 años una amistad a prueba de cualquier coyuntura y no es gratuita la foto que hoy recuerda a la delegación asiática en la escalera frontal del antiguo Cuartel Moncada, convertido en escuela.
Esa fortaleza militar, que asaltaron Fidel Castro y jóvenes revolucionarios el 26 de julio de 1953 en un intento por el derrocamiento del régimen tiránico de Fulgencio Batista, contiene mucho simbolismo en la lucha de los cubanos por su soberanía.
El clímax de esta jornada sabatina de confirmación en la solidaridad y la nobleza fue la presencia de los huéspedes en la escuela especial Amistad Cuba-Vietnam, que hace cuatro años inauguraron el general de Ejército Raúl Castro y el presidente Miguel Díaz-Canel.
Allí, el empeño por devolver la esperanza a niños y adolescentes con discapacidades diversas, y a sus familias, conmovió a los visitantes, quienes donaron al colectivo de estudiantes y profesores un lote de medios electrónicos para el aprendizaje, confituras y juguetes.
Otro paso en el acercamiento fue la firma de una carta de intención para el hermanamiento entre las ciudades de Holguín y Santiago de Cuba con las de Quang Tri y Quang Binh, respectivamente, que fueron parte del territorio libre visitado por el líder cubano.
También tuvo lugar una ronda de conversaciones entre autoridades locales y los asiáticos en pos de nuevas posibilidades y potencialidades de acciones económicas conjuntas que coadyuven al mejoramiento de la vida de ambos pueblos.
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