Si bien las emisiones disminuyeron en las últimas décadas, los niveles de la polución del aire en Europa son peligrosos y los niños y adolescentes son más vulnerables a ellas, pues sus cuerpos, órganos y sistemas inmunológicos aún se están desarrollando, indicó AEMA.
El organismo agregó que hasta que la suciedad general se reduzca a niveles seguros, aumentar la calidad del aire alrededor de las escuelas y los jardines de infancia, así como durante actividades escolares, puede ayudar a reducir la exposición de los niños.
Según datos preliminares de 2022, Europa central y oriental e Italia informaron las concentraciones más altas de partículas finas (PM2.5) principalmente debido a la quema de combustibles sólidos como el carbón para calefacción doméstica y su uso en la industria.
Los niveles de contaminación del aire en toda Europa son inseguros y las políticas al respecto deberían tener como objetivo proteger a todos los ciudadanos, pero especialmente a nuestros niños, asevero Hans Bruyninckx, director ejecutivo de la AEMA.
Es urgente que intensifiquemos las medidas a nivel local, nacional y de la Unión Europea para proteger a nuestros niños, que no pueden protegerse a sí mismos, y la forma más segura de mantenerlos a salvo es hacer que el aire que todos respiramos sea más limpio, añadió Bruyninckx.
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