De acuerdo con las autoridades, una vez que finalice el actual periodo de concesión, hará uso de su derecho a retomar la titularidad de las partes centrales del sistema estatal de transporte de gas, aunque no explicó las razones concretas de esta decisión.
Noruega se convirtió en uno de los mayores proveedores de hidrocarburos de Europa tras el estallido del conflicto ucraniano el año pasado.
Sus operaciones de petróleo y gas han sido gestionadas tradicionalmente por empresas privadas con participación estatal.
La red de gasoductos tiene unos nueve mil kilómetros y actualmente es propiedad de Gassled, una sociedad formada en 2003 por varias empresas energéticas, de la que el Estado noruego posee alrededor del 46 por ciento a través de la pública Petoro y otro cinco por ciento a través de la petrolera Equinor.
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