A través de su cuenta en Twitter, el mandatario expresó un adiós sentido a Gómez Cairo, a quien calificó como un estudioso infatigable y conocedor profundo de los más entrañables sonidos del alma cubana.
Develó los encantadores misterios del Himno de Bayamo y fue guardián fervoroso del patrimonio musical en Cuba. Condolencias a familiares y amigos, añadió.
Fallecido en la mañana de este viernes, el investigador nació en Jagüey Grande, Matanzas, en octubre de 1949, cursó estudios de piano y musicología en la Escuela Nacional de Arte, donde posteriormente se desempeñó como profesor de las asignaturas de Apreciación Musical e Historia de la Música.
Completó su formación profesional en el Instituto Estatal de Teatro, Música y Cinematografía de Leningrado, Unión Soviética, según expresó el Instituto Cubano de la Música en su perfil de Facebook.
Laboró también en el Consejo Nacional de Cultura y como profesor en la Escuela Provincial de Arte de Holguín y en el Instituto Superior de Arte. Fue director de Centro de Información y Documentación Musical Odilio Urfé y Vicepresidente del Instituto Cubano de la Música.
Al momento de su deceso se desempeñaba como director del Museo Nacional de la Música, cargo que ocupaba desde 1997.
Entre sus obras más significativas figuran los libros El arte musical de Ernesto Lecuona; Música Cubana: algunos procesos, creaciones y figuras paradigmáticas y Creación, realización y desarrollo de La Bayamesa, Himno de Bayamo, Himno Nacional de Cuba.
Diversos artículos y ensayos de su autoría fueron publicados en las principales revistas culturales cubanas.
Al propio tiempo, desarrolló una incansable labor de promoción y divulgación de la música cubana e impartió numerosas conferencias, clases magistrales y cursos sobre música y folclor en universidades y escuelas de Cuba, Alemania, Unión Soviética Nicaragua, México, Venezuela, España, Italia, Polonia, Colombia, Estados Unidos y República Dominicana.
Miembro de la Uneac, Gómez Cairo recibió los premios nacionales de Música y Patrimonio Cultural, en reconocimiento a su extensa y destacada labor como investigador y promotor de la música cubana y a su consagración y entrega a la investigación y preservación del patrimonio musical.
Por estas razones y por su profundo compromiso con la Cultura y la Revolución cubanas, le fueron otorgadas la Distinción por la Cultura Nacional y la Orden Alejo Carpentier.
Por decisión familiar, su cadáver será cremado y en las próximas horas se ofrecerán detalles del homenaje que le rendirán los artistas y las instituciones culturales cubanas.
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