El Sindicato nacional de Médicos sudaneses confirmó la cifra de víctimas fatales y ubicó en dos mil 175 los heridos desde el inicio de los enfrentamientos a mediados de abril, según información publicada en la red social Facebook.
Los números aportados por la Organización Mundial de la Salud como saldo de este conflicto son aún mayores.
Desde el 15 de abril Sudán es escenario de enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas lideradas por el general Abdel Fattah al Burhan, presidente del Consejo Soberano de Transición de Sudán, y las Fuerzas de Apoyo Rápido, un grupo paramilitar que obedece las órdenes del general Mohamed Hamdan Dagalo.
La víspera, los segundos anunciaron una nueva extensión de 72 horas de la tregua humanitaria, expirada el domingo, pero miles de sudaneses, la mayoría mujeres y niños, cruzan cada día el pequeño arroyo seco que marca la frontera entre este país y Chad en un intento por huir de la violencia de los enfrentamientos.
Al menos 20 mil es la cifra reportada desde inicios de mayo en un campamento improvisado del pueblo de Koufroun, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), presente en el terreno con otras oenegés.
Esa localidad está ubicada a escasos cientos de metros de la provincia de Darfur del Oeste, y junto a esta capital es una de las zonas más afectadas por los enfrentamientos.
Según la Organización de Naciones Unidas al menos 100 personas murieron en esa urbe la última semana, pero la cifra podría ser mucho mayor debido a la falta de información.
Ante esa situación la agencia de Naciones Unidas para la infancia (Unicef) distribuye botiquines de emergencia con utensilios de cocina para “ayudar a estos refugiados que acuden en masa a una zona que es la más pobre del mundo en cuanto a agua y centros de salud”, según Donaig Le Du, portavoz del organismo en Chad.
Por ahora continúa el arribo de refugiados a esa localidad mientras siguen los combates al otro lado de la frontera que a lo largo de mil 300 kilómetros separa ambos países africanos.
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