Según la fuente, para 2060 tendrán que vender hasta 40 mil propiedades, entre las cuales figuran casas parroquiales y centros comunitarios.
Mientras, los edificios de las iglesias, que están aun más amenazados de demolición, se verán cada vez más afectados, según el portal de noticias del canal.
De acuerdo con expertos, desde la década de 1990 se han abandonado en el país mil 200 iglesias, de las cuales 278 han sido demolidas.
Si la preservación del patrimonio histórico dificulta su uso para otros fines, como sitios residenciales o culturales, es probable que este número aumente significativamente, añadieron.
En muchas áreas, las comunidades evangélicas, así como los obispados católicos, están tomando medidas para vender bienes raíces, lo cual se debe principalmente a la reducción del número de creyentes y la consiguiente disminución de los ingresos financieros.
Al mismo tiempo, algunas de las iglesias están asociadas con altos costos de mantenimiento.
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