En las palabras de clausura, la viceprimera ministra Inés María Chapman manifestó también que es un honor para Cuba haber acogido este encuentro y propiciar un intercambio tan necesario sobre los complejos problemas contemporáneos de las sociedades culturales.
Significó que las reflexiones del evento están impulsadas a propiciar la acción en favor de que la cultura sea asumida como un bien público vital de alcance mundial.
La alta funcionaria cubana aseguró que para su país una de las prioridades es defender, promover y fomentar el respeto a la biodiversidad cultural; el valor de la cultura como motor del desarrollo sostenible, la paz y la amistad.
Llamó la atención sobre los grandes retos que enfrenta la humanidad, la crisis económica y sistémica global, el cambio climático, el aumento de la brecha digital, desafíos que son mayores para los países menos avanzados, por lo son superiores los desafíos para el cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Chapman apunto que la ayuda para el desarrollo en la cultura está en declive y resulta evidente la diferencia entre países, situación que limita que la cultura sea respetada y promovida como un derecho humano.
Subrayó que para hacer frente a esta crisis resulta fundamental trabajar unidos, compartiendo experiencias y buenas prácticas, promoviendo la cooperación Sur-Sur, Sur-Norte y Triangular, de manera tal que la cultura funcione como motor de resiliencia para el desarrollo sostenible e inclusivo.
La viceprimera ministra cubana significó el papel esencial de la unidad del G77 para la salvaguarda de la cultura, la necesidad de desarrollar iniciativas conjuntas, con soluciones innovadoras que permitan avanzar hacia una posición común.
Ratificó la voluntad de Cuba de trabajar juntos en objetivos que los identifiquen para seguir construyendo un futuro común.
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