El documento explicó que en las situaciones de emergencia (conflictos armados, inestabilidad política o catástrofes naturales) se exacerban las vulnerabilidades y los artistas se enfrentan a “múltiples amenazas, como el acoso, la pérdida brutal de ingresos, la persecución legal, la violencia, la censura o el silenciamiento”.
Para mitigar estas amenaza el informe recomienda “desarrollar una asistencia a medida para proteger y promover la libertad artística en situaciones de emergencia, basándose en la experiencia de la Unesco en la protección de los artistas durante los conflictos, recientemente en Irak, Ucrania y Yemen”.
Recordó que sólo el 27 por ciento de los 152 Estados Partes en la Convención sobre la diversidad de las expresiones culturales de 2005, ha creado o apoyado espacios seguros para los artistas, y poco más de la mitad cuentan con organismos independientes que reciben denuncias o supervisan las violaciones y restricciones a la libertad artística.
Por ello, la Unesco pidió incrementar la vigilancia a través de todos los organismos de Naciones Unidas de la libertad artística en contextos de emergencia, que reconozca a los artistas como un grupo vulnerable necesitado de atención específica, así como un programa de apoyo colaborativo para la seguridad de los artistas, y la protección tanto de las obras de arte.
Por último, recomendó a los estados miembro nuevas políticas de supervisión y ayuda de emergencia para los artistas en peligro, al tiempo anunció una financiación de un millón de dólares para financiar proyectos de apoyo a la libertad artística en más de 25 países.
La Unesco resaltó el buen resultado de las medidas de emergencia, como la formación sobre la libertad artística, las residencias temporales de artistas, la ayuda financiera para los profesionales de la cultura, la expedición urgente de visados y la priorización de los artistas dentro de los programas de evacuación, con especial atención a las mujeres creadoras.
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