El Premio Nobel de la Paz y activista argentino Adolfo Pérez Esquivel fue uno de los que apoyó el reclamo de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero estadounidense contra la nación antillana, una política con más de seis décadas de aplicación.
También el intelectual mexicano Fernando Buen Abad expresó su rechazo al cerco de Washington, al que calificó de criminal, inhumano y perverso.
Es imprescindible respaldar toda campaña internacional que atienda y entienda la urgencia de precisar este crimen de lesa humanidad y este ataque a la razón de ser de la especie humana, afirmó Buen Abad en un video transmitido en su espacio dominical de YouTube por Europa por Cuba, que lanzó la iniciativa el 3 de abril.
El canal divulgó además mensajes de repudio al bloqueo impuesto a la isla de la Asociación de Cubanos Residentes en México José Martí y del Instituto Cultural José Martí de Puebla.
Igualmente manifestó su participación en el reclamo Miguel Mármol, miembro del Consejo Nacional del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional de El Salvador.
Desde Estados Unidos, la coordinadora del Comité de Solidaridad con Cuba y Venezuela en ese país, Gloria La Riva, denunció que la administración de Joseph Biden ha mantenido la agresividad reforzada por su predecesor en la Casa Blanca, Donald Trump, quien ordenó más de 240 medidas para recrudecer el bloqueo a Cuba.
Asimismo, la excandidata presidencial en 2008 llamó a unir las voces en la condena a la inclusión de la mayor de las Antillas en la unilateral lista de Washington de países patrocinadores del terrorismo.
También en suelo norteño se sumaron al “Tsunami”, entre otros, el profesor Danny Shaw, investigador de The City University of New York, y los activistas Erin Feely e Ike Nahem, a nombre de la Coalición que organiza la Conferencia de Normalización Estados Unidos-Cuba.
La campaña contó en abril con el acompañamiento desde Canadá, por donde arrancó, con la exigencia de levantar el cerco expresada por diversas asociaciones.
De acuerdo con Europa por Cuba, el objetivo de la iniciativa es activar durante toda la primavera olas de solidaridad con la isla en forma de un “tsunami” que pase de país a país y de continente a continente en América, Europa, África y Asia.
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