Originarios de la provincia oriental de Guantánamo, el grupo de artesanos orientó sus primeros pasos hacia la creación de piezas decorativas talladas en madera, para después añadir a esta línea de trabajo la artesanía utilitaria con el propósito de aliviar la demanda de estos productos en la nación caribeña.
«Al inicio éramos un grupo pequeño, mi padre fue carpintero y me motivó a incursionar en esta técnica, luego incorporé a mis hijos y a otros miembros de la familia a este oficio que otorga un matiz especial al comercio en Cuba», comentó a Prensa Latina el líder del proyecto, Jorge Luis Matos.
Según su fundador, poseen un taller en su localidad en el cual emplean cada año a jóvenes interesados en desarrollar esta actividad, pues considera que el país necesita actualmente de la artesanía.
Con sede central en la Estación Cultural de Línea y 18, en el Vedado capitalino, la Feria constituye el espacio ideal para que Huellas Taínas conecte al público con las más variadas formas que adquiere el recurso natural en sus manos.
Entre sus producciones sobresalen utensilios de cocina como cucharas, cucharones, envases con tapas, pimenteros, morteros y mieleras.
De acuerdo con Matos, cada año se proponen crear nuevos productos que satisfagan las necesidades de la población, muestra de lo cual es la diversidad de recipientes con forma de barcos y canoas, y los cestos para guardar ropa que presentan en esta edición del evento.
Aunque no poseen un local en su provincia natal, Huellas Taínas exhibe sus creaciones en varios lugares de esta capital, entre ellos, un establecimiento en La Habana Vieja y en la tienda de la Guayabera, en la barriada de Miramar.
En la actualidad se encuentran inmersos en la fabricación de muebles como juegos de comedor, bancos y sillas plegables, que desean presentar en la próxima edición de la Feria Internacional de Artesanía.
Dedicada al aniversario 45 del Fondo Cubano de Bienes Culturales, Arte para Mamá exhibirá hasta el 13 de mayo las propuestas creativas de artesanos nacionales y foráneos, con el fin de agasajar a las madres cubanas, próximas a celebrar su día cada segundo domingo de mayo.
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