Los científicos utilizaron modelos de animales de enfermedad de Alzheimer y vieron como dicho elemento modula el sistema inmune y que, tras una exposición sostenida en el tiempo, puede prevenir el deterioro cognitivo propio de esta enfermedad neurodegenerativa, precisa la revista Frontiers in Immnulogy.
Observaron que al oler este aroma se reducían los niveles de una proteína clave en mediar la respuesta inflamatoria, la interleucina-1-beta (IL-1β ).
Al inhibir esta proteína con el fármaco los expertos de la Universidad de Navarra, España, consiguieron también mejorar la capacidad cognitiva en estos ratones enfermos.
Con este estudio se sugiere que los olores y los moduladores inmunes son agentes terapéuticos, y abre un camino al desarrollo de terapias basadas en estimular y entrenar al sistema olfativo para prevenir o aliviar los efectos del Alzheimer y otras enfermedades del sistema nervioso central.
Fue demostrado que el mentol es un inmunoestimulante en los modelos animales, y su uso durante seis meses previno el deterioro cognitivo en los ratones con Alzheimer y, lo que es más interesante, también mejoró la capacidad cognitiva de ratones jóvenes sanos, resaltó la publicación científica.
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