El convenio, firmado el pasado 10 de mayo, necesita de la aprobación de la Asamblea Nacional (Parlamento), pero el mandatario ecuatoriano disolvió el Legislativo, que estaba a poco de destituirlo mediante un proceso de juicio político.
“Los tratados pueden avanzar inclusive hasta la Corte Constitucional, pero su ratificación es solo ante un órgano legislativo, que deberá estar conformado en hasta seis meses”, dijo el ministro de Gobierno Henry Cucalón, al medio local Primicias.
El tratado con el gigante asiático recibió algunas críticas, debido a la desigualdad de comerciar con una de las mayores economías del mundo y cómo eso podría afectar a la producción nacional.
El convenio, que incluye el 99,6 por ciento de la oferta exportable ecuatoriana, se negoció en 10 meses con Beijing, a donde las exportaciones ecuatorianas crecieron un 57 por ciento en 2022.
También quedó estancado el acuerdo con Costa Rica, suscrito por Lasso y su homólogo Rodrigo Chaves y cuya aplicación demorará más de lo previsto, como consecuencia de la situación política del país.
El decreto de muerte cruzada que firmó el mandatario ecuatoriano la víspera, no sólo disolvió la Asamblea, sino que implica la convocatoria a elecciones anticipadas en un plazo de 90 días para votar por un nuevo jefe del Ejecutivo y los legisladores.
Paralelamente, organizaciones sociales y partidos políticos de oposición presentaron demandas ante la Corte Constitucional para impugnar la decisión del presidente, la cual califican de ilegítima e injustificada.
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