Lo que pronosticaba ser un evento histórico por el retorno de Siria, país fundador del organismo regional, desató la polémica de los medios de prensa y algunas de las delegaciones presentes, quienes manifestaron su rechazo por la presencia del mandatario ucraniano.
Zelenski ofreció un encendido discurso resaltando el papel de Arabia Saudita en la región y enfatizando su interés de «mejorar las relaciones con el mundo árabe», mientras cuestionó a aquellos que no lo apoyan abiertamente, a quienes acusó de «hacerse de la vista gorda», en lo que la mayoría consideró como una velada referencia a Damasco.
En este sentido, el periódico francés ‘L Expression’ señaló que la invitación hecha por el príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman, viola la postura neutral de la Liga Árabe hacia el conflicto Ucrania-Rusia y sus esfuerzos previos para mediar entre las dos partes.
Incluso, subraya el reporte, el memorando de entendimiento del viaje de la delegación árabe de alto rango a Moscú y Kiev realizado el año pasado, en el que los miembros del ente intentaron empujar a ambas partes a la negociación.
Otros medios más radicales, acusaron al principe saudita de convertir a la Liga Árabe en su propia propiedad privada.
La delegación siria, encabezada por el presidente Bashar al-Asad, que asiste por primera vez, después de 12 años, y considerado uno de los aliados de Rusia en la región, se abstuvo de ponerse los auriculares de la traducción durante el discurso del dignatario de Ucrania.
Para muchos, la presencia del mandatario ucraniano es incómoda para otros miembros participantes que se oponen a la campaña bélica y al protagonismo de Zelenski.
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