Ellas nos conducen a extremar las medidas y ser más celosos en la detección de vulnerabilidades, consideró la presidenta del Consejo de Defensa en ese territorio, Yamilé Ramos.
La jornada dominical del ejercicio, que la isla protagoniza desde 1986 para preservar vidas y bienes de la economía, se extendió a barrios y comunidades.
La limpieza de las márgenes de ríos, el desbroce de tragantes, la chapea e higienización de ciudades y pueblos tuvieron el apoyo de la población, organismos y organizaciones de masas, artífices del entrenamiento previo al inicio de cada temporada ciclónica, extendida desde junio y hasta finales de noviembre.
Las acciones también estuvieron dirigidas a la preparación de los lugareños ante la ocurrencia de un posible sismo toda vez que la falla Pinar, como se le denomina, abarca casi toda la geografía vueltabajera y culmina en Jaimanitas, pueblo costero de La Habana.
La víspera, los órganos de dirección y mando, unidades militares y trabajadores actualizaron los planes destinados a la reducción del riesgo de desastres naturales, tecnológicos y sanitarios, guía de cada Meteoro.
La máxima martiana “en prever está todo el arte de salvar”, volvió a ser esgrimida por un territorio conocedor de la furia de la naturaleza al ser considerado “ruta” de huracanes por su posición geográfica.
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