La guerra y el terrorismo impuestos al país lo convirtieron en un corredor y zona de tráfico de drogas a Jordania y los estados del Golfo, reconoció en declaraciones difundidas por los medios nacionales.
Indicó que algunos individuos fuera de la ley aprovechan de una forma u otra que el ejército y las fuerzas de seguridad sirias estén inmersos ahora en la lucha contra el terrorismo, y se dedican al contrabando de las drogas.
Sufrimos de este problema, que constituye un peligro potencial para el pueblo sirio, y esperamos que otros países cooperen sinceramente con nosotros para erradicar este fenómeno, manifestó el jefe de la diplomacia.
Reveló que durante la reciente reunión de los cancilleres de Siria, Iraq, Egipto, Jordania y Arabia Saudita en Amán, la capital jordana, se creó un comité para cooperar en la eliminación de este fenómeno, y reiteró la voluntad del Estado con todas sus fuerzas de eliminarlo.
Las autoridades sirias intensificaron recientemente sus operativos contra redes criminales y detuvieron decenas de traficantes mientras se incautaron grandes cantidades de drogas.
El gobierno desmintió las acusaciones de algunos países occidentales de que esta nación árabe apoya el narcotráfico, y atribuyeron la incautación de grandes cantidades de droga a la ubicación geográfica de Siria, que la convirtió en país de tránsito entre naciones productoras y consumidoras.
Asimismo, aseguró que el aumento del consumo se debe a las complejas condiciones políticas y de seguridad y al uso de estupefacientes como una de las herramientas del terrorismo, con el objetivo de destruir los pilares de la estabilidad y sembrar el caos en el país.
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