En mayo de 1963 partió hacia Argelia la primera brigada de galenos cubanos, aunque en 1960 un pequeño equipo llegó a Chile para ayudar tras el terremoto que estremeció a ese país suramericano, las que constituyeron las primeras experiencias en materia de internacionalismo sanitario tras el triunfo de la Revolución.
Con apenas tres mil profesionales que permanecieron en el país luego del triunfo revolucionario en enero de 1959, la isla caribeña decidió emprender una obra que se mantiene hoy con 57 brigadas conformadas por 22 mil 632 colaboradores en 57 países de todos los continentes.
Se trata de una labor que no pocos se empeñan de desprestigiar y desacreditar con mentiras y distorsiones, pese al saldo favorable de cada emergencia sanitaria resuelta, salvar a más de ocho millones de vidas y realizar casi 16 mil intervenciones quirúrgicas.
Precisamente la gratitud y admiración de quienes reciben esas atenciones son las mayores recompensas para este “ejército de batas blancas”, cuya formación y principios están por encima de cualquier llamativa gratificación monetaria o indemnización material.
Ahí están las misiones en países en guerra o devastados por fuertes huracanes, terremotos y brotes de Ébola, cólera y la aún latente Covid-19, en las que la actuación de brigadas médicas y el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve, han prestados sus imprescindibles servicios.
Ejemplo de ello es la ayuda permanente que durante 25 años se le ha brindado y seguirá beneficiando al pueblo de Haití, una nación que golpeada por desastres naturales, epidemias y desequilibrios políticos y sociales, aun en los más difíciles momentos ha contado con la presencia de los profesionales de la salud cubana.
Entre esas páginas de humanismo el director de la Unidad Central de Cooperación Médica, doctor Michael Cabrera Laza, destacó las 58 brigadas médicas que en 42 naciones combatieron a la Covid-19, experiencia que en su opinión marcó un antes y un después de la cooperación en salud que Cuba ha ofrecido al mundo.
Con ese amplio aval hoy las solicitudes de brigadas médicas se suceden una tras otra, incluso para renovar misiones concluidas y abrir nuevas en países desarrollados como Italia, Francia, España, Portugal, entre otros.
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