Ya ganador de la Palma de Oro en Cannes, en 2001 con La habitación del hijo, el talentoso director y actor vuelve a pisar fuerte con su habilidad de contar muchas historias en una, y de mezclarlas para crear sensaciones que perduran cuando encienden las luces de las salas.
Su decimoquinta película, la novena que trae a la hermosa ciudad de la Costa Azul, gusta a la crítica y seguramente será bien acogida por el público del Festival, que tiene como presidente del jurado al realizador sueco Ruben Östlund.
Decir que El sol del futuro es favorita para suceder con el preciado galardón a Triangulo de la tristeza, del propio Östlund, resultaría atrevido, tanto por el camino que resta por recorrer al magno evento como por las cintas ya presentadas, sin embargo, no hay dudas de que es candidata.
La política, la guerra y el amor, de un lado, la ironía y la nostalgia, del otro, y la comedia y el drama, para complementar, se combinan en el largometraje que tiene a Moretti también en un protagónico.
Este miércoles, debutará igualmente en el Grand Théâtre Lumière la película La Pasión de Dodin Bouffant, de Trần Anh Hùng, otra de las 21 en competencia por la Palma de Oro, cuyo triunfador se conocerá el sábado en la ceremonia de clausura.
Por el momento, los seguidores del séptimo arte parecen inclinarse en esta edición 76 del Festival de Cannes por filmes como La Zona de Interés, del inglés Jonathan Glazer, y Anatomía de una Caída, de la francesa Justine Triet.
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