Sus colegas del Centro de Estudios Martianos, en La Habana, ratificaron el profundo respeto a su meritoria labor, reconocida en 2014 con la máxima distinción institucional “Pensar es servir”, indicó el centro cultural en la red social Facebook.
Recordó que en el contexto de la más reciente Feria Internacional del Libro de La Habana, en febrero pasado, fue anunciado el otorgamiento a Sarracino del Premio Nacional de Historia, que concede la Unión de Historiadores de Cuba (Unhic).
El acontecimiento se percibió en el gremio como acto de justicia a su pasión por la historiografía y, en particular, a su dedicación al estudio de la vida y la obra del Héroe Nacional de Cuba.
Como diplomático, realizó una encomiable obra que le hizo acreedor de las medallas 40 Aniversario del Ministerio de Relaciones Exteriores y, como combatiente, de la distinción Playa Girón.
Su obra cultural fue reconocida en la isla caribeña con la entrega del Premio de Investigación Histórica 26 de Julio, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias; el de la Crítica del Instituto Cubano del Libro; el de la Crítica Martiana y la Distinción por la Cultura Nacional, además de recibir otras condecoraciones internacionales.
Es autor de títulos valiosos como El grupo Rockefeller actúa (1977); Los que volvieron a África (1988), e Inglaterra: sus dos caras en la lucha por la abolición (1989).
Sus textos centrados en el Apóstol cubano son portadores de indispensables análisis, entre ellos José Martí y el caso Cutting (2004 y 2008); José Martí en el Club Crepúsculo de Nueva York, en busca de nuevos equilibrios (2010); José Martí, Nuestra América y el equilibrio internacional (2015), y José Martí, cónsul argentino en Nueva York (1890-1891).
El Centro de Estudios Martianos expresa sus condolencias a la familia, los amigos y a la comunidad martiana del mundo donde su nombre es ya imprescindible para el conocimiento y la continuación de los estudios acerca de la vida y la obra del héroe de la independencia de Cuba, indicó la nota.
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