Las complejidades de la economía del país, agravadas por el bloqueo de Estados Unidos, convierten a las Mipymes en un actor estratégico en este ámbito, lo que implica retos para ellas y los decisores de políticas pública, aseveró Juan Triana, académico del Centro de Estudio de la Economía Cubana.
El experto consideró que los negocios privados necesitan aprovechar mejor las oportunidades de capacitación que ofrece el vigoroso sistema educacional cubano, incorporar nuevas tecnologías, insertar productos y servicios de mayor valor agregado e, incluso, sacar partido de los espacios que conceden las leyes del bloqueo norteño a la isla antillana.
La joven empresaria Glenda Velázquez, dueña de la Mipyme Envacaribe, dedicada al envase y embalaje, expuso la experiencia de su emprendimiento que –encadenada con una empresa estatal socialista- genera 150 mil embases flexibles mensuales.
Envacaribe surgió en noviembre de 2022, por la necesidad de envase y embalaje existente en el país, y actualmente posee vínculos comerciales a lo largo de la isla con diferentes productores de alimentos, específicamente del sector no estatal.
Los analistas y empresarios nacionales reconocieron ante el jefe de la diplomacia europea y representantes del cuerpo diplomático acreditado en Cuba, que la existencia de negocios privados en la isla caribeña constituye un derecho consagrado en la Constitución de la República, aprovechado hoy por los emprendedores nacionales.
Por su parte, Borrell reveló el interés del grupo comunitario de 27 países europeos de financiar proyectos de cooperación para mejorar la eficiencia de la pequeña y mediana empresa privada cubana, así como generar alianza con similares de la Unión Europea, lo que revela la política de mayor acercamiento del grupo comunitario a Cuba y a América Latina.
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