Así describió el ingeniero Roberto Vitlloch, director de Oficina del Conservador, el conjunto de obras que se realizan, la mayoría ofrecerán mayor distinción a los exteriores de viviendas, centros comerciales e instituciones de la arteria central -calle Independencia, antigua Real- donde está el bulevar.
Explicó que se restauró el majestuoso edificio de características neoclásicas donde radica la Casa de la Cultura, comprendida entre los bienes culturales con grado uno de protección. Aquí vivió Federico Capdevila, defensor de los ocho estudiantes de Medicina fusilados en 1871 por el colonialismo español.
El edificio, iniciado en el siglo XVIII, fue ejecutado por los promotores andaluces Domingo Valverde y Blas Cabrera, quienes participaron en construcciones insignes de la villa del Espíritu Santo como el puente de cinco arcadas sobre el río Yayabo, único en el país, la torre de la iglesia Parroquial Mayor y el teatro Principal, entre otras.
Especialistas de patrimonio y constructores se enfrascan actualmente en crear el primer Salón de Convenciones de la provincia, con el rescate y adaptación de la segunda planta de la entrada principal de la Plaza del Mercado, aquí se conservan elementos representativos del arte morisco y símbolos religiosos de artífices locales del siglo XVIII.
Sobre este proyecto Vitlloch comentó que sin dañar el patrimonio llevamos el local a ser parte de la modernidad en el contexto del bulevar. El salón primario estaría habilitado con unas 80 capacidades y contaría con los medios técnicos requeridos para este tipo de instalación, incluyen cabinas para los traductores.
Este local de convenciones general para intercambios científicos, presentación de estudios, acciones relacionadas con los aniversarios de la ciudad o con otras efemérides le dará mayor vida social a la zona histórica, agregó el conservador.
También se impulsa la rehabilitación de la calle Independencia o Real, continuación del antiguo camino del Príncipe que unía el centro de país con el oriente. En esta vía fue edificada una de las primeras iglesias católicas de la villa, la ermita de Jesús Nazareno, que acompaña a la plaza homónima que data del siglo XVII.
El ingeniero y especialista argumentó que para complementar las riquezas patrimoniales insigne de la localidad es de relevante importancia recuperar la instalación religiosa, prácticamente en ruina, pero sus valores culturales son muy significativos, añadió.
Llevamos algunos años desentrañando evidencias, a través de las excavaciones, y en el rescate de las pinturas murales que aún conserva este antiguo templo, dijo.
En esta arteria central está el Centro de Interpretación de la urbe, recinto de la maqueta de la ciudad del Yayabo, el cual recibe una atención esmerada en todos los aposentos, techos y fachadas. En su exterior grandes ventanas protegidas con hermosas rejas de hierro le dan el toque colonial del siglo XIX.
Los expertos e incluso la población exigen mayores impulsos en todas tareas pendientes y las programadas para llegar el próximo año al aniversario 510 de la ciudad, si aspira a colocar a la cuarta villa de Cuba entre los aspirantes al título de Patrimonio Cultural de la Humanidad que otorga la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
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